Hoy escribo poco y se lo dejo todo a otro blog. Traigo un poquito de memoria, de esa que tanto hace enfadar a los pacíficos devotos de la reconciliación, siempre y cuando se mantenga enterrada en cunetas.
Pensábamos que era un escándalo poner en Defensa a un empresario del negocio de la muerte. Sin embargo, este no fue el único candidato a ocupar el puesto. ¿Cómo hay que considerar entonces la calidad de este otro posible fichaje?
El recientemente elegido director general de la Guardia Civil, Fernández de Mesa, demostró sobradamente sus servicios a la España que luchaba por pervivir en la Transición y cuyo recuerdo atesoran con especial cariño quienes hoy nos gobiernan. Chiquilladas... ¿acaso no hicieron otros lo mismo?
Cometieron dos errores, pretender matarnos y no cumplir su objetivo. Hoy seguimos vivos para señalarlos: somos hijos y nietos de la justicia profanada.
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